lunes, 27 de septiembre de 2010

Reproducción lentisco.

a través de infojardín, del forero tetraclinis:

Multiplicación
El lentisco se multiplica por semilla. La propagación por esquejes no se utiliza en vivero debido a la mala o inexistente inducción de raíces adventicias (339). Se han realizado en la UPCT ensayos de enraizamiento de esquejes de lentisco, consiguiéndose una mayor actividad fisiológica de los esquejes pero obteniendo una baja cantidad final de esquejes enraizados. La germinación es bastante heterogénea, encontrándose información contradictoria en la bibliografía científica en relación a su potencial germinativo y a los modos de proceder para estimular su germinación. Una de las razones es que las semillas presentan una cubierta impermeable que les impide germinar con facilidad, por tanto es recomendable aplicar algún tratamiento pregerminativo, aunque otros autores (3) afirman que con los tratamientos pregerminativos no se incrementa el porcentaje de germinación, pero sí se consigue una mayor rapidez en la nascencia. Se han realizado estudios de germinación con semillas de lentisco bastante exitosos (335) gracias a la escarificación de las semillas con ácido sulfúrico al 10 y 50%, seguida de la aplicación de ácido giberélico (GA3) a 100 y 1000 mg/l o su sumersión en agua 24 horas. Tras esto la siembra se hace en un sustrato a base de turba y perlita a partes iguales, a una temperatura de 20 ºC, consiguiéndose así un porcentaje de germinación del 80% en unos 18 días. La siembra de las semillas puede efectuarse desde el otoño hasta la primavera, siendo el rango idóneo de temperatura de 10 a 30ºC. En estas condiciones, las semillas pueden germinar al mes de efectuar la siembra (3). Respecto a la obtención de la semilla, ésta se extrae despulpando el fruto en agua y separando las semillas viables de las vacías por flotación (1). Para su conservación se aconseja mantenerlas en condiciones de baja humedad (6-8%) y a baja temperatura (4-5ºC) (3). Un kilogramo de semillas contiene unas 50.000 unidades (6).
Manejo en vivero
Para hacer la siembra en vivero es recomendable realizarla lo más temprano posible (antes de la primavera). Ésta puede hacerse en envases forestales de unos 200-300 cm3 (1). Se han realizado algunos ensayos acerca del endurecimiento de la planta en vivero (334). Éstos concluyen que el tratamiento más eficaz para lograr una reducción del crecimiento y del desarrollo tanto de la parte aérea como la radicular, es la interacción de un riego deficitario (reducción de la dosis de riego respecto a la inicial) y la aplicación de 50 g/ml de “Cultar” (Paclobutrazol 25% Syngenta Agro, S.A.), cuando las plantas tienen una edad aproximada de un año. Según otros autores (340), también puede conseguirse una mejor adaptación del lentisco a un ambiente semiárido gracias al endurecimiento en vivero, mediante la inoculación de micorrizas para obtener un sistema radicular de entrenudos más cortos y menos ramificado. Respecto a la fertilización, se han realizado algunos ensayos con el fin de conocer la respuesta del lentisco al abonado con compost de origen urbano (residuos de EDAR, restos de poda y residuos sólidos urbanos), siendo la respuesta de las plantas bastante positiva en cuanto al crecimiento en altura. Estos ensayos sugieren que esta respuesta puede deberse a la adecuada relación C/N de los composts y a que los mayores contenidos de fósforo, potasio y otros nutrientes garantizan un adecuado suministro de nutrientes durante todo el ciclo de cultivo. Esto es una ventaja en la producción, ya que los sustratos basados en turba requieren aplicaciones periódicas de fertilizantes, y este tipo de composts garantizan un suministro de nutrientes a largo plazo, similar al que se conseguiría con fertilizantes de liberación lenta o mediante otras prácticas de fertilización más complicadas o costosas (337).


Datos sobre la estrategia reproductiva del lentisco .

Ecología reproductiva de Pistacia lentiscus L. (Anacardiaceae): un
anacronismo evolutivo en el matorral mediterráneo

http://www.uv.es/patricio/docs/RChHN...Fayos_2002.pdf

"Sin embargo, muchos de estos frutos no poseen
una semilla viable, de tal manera que se pueden
encontrar tasas poblacionales de viabilidad de
semillas que varían entre el 7 y 49 % (Tabla 1). La
viabilidad de las semillas de P. lentiscus no es
dependiente de la densidad poblacional sino de
los recursos hídricos. Así, individuos experimentalmente
regados incrementaron significativamente
el porcentaje de semillas viables al año
siguiente del riego, mientras que los individuos
no regados tuvieron la misma tasa de viabilidad
ambos años......

GERMINACIÓN
Otras características generalmente más
conservativas, como son las asociadas a las semillas,
muestran en esta especie patrones que podrían
clasificarse como tropicales y que, por lo
tanto, permanecerían inalterados desde su origen.
Así, P. lentiscus cumple con las características
que se han asociado a especies tropicales de
germinación rápida después de las lluvias o muerte
(Vázquez-Yáñes & Orozco-Segovia 1993).
Las semillas de P. lentiscus carecen de mecanismos
de latencia ya que no necesitan de ningún
tipo de tratamiento para su germinación más que
quitarles la pulpa, que es el papel que juegan las
aves dispersantes (García-Fayos & Verdú 1998).
La germinación en condiciones de laboratorio es
muy rápida, con un tiempo medio de germinación
de 12,8 días (Piotto 1995) y un intervalo entre 4 y
28 días. En condiciones de invernadero y de campo
se encontraron valores coherentes con estos
experimentos, tardando las plántulas en emerger
entre 23 y 100 días (García-Fayos & Verdú 1998).
Las semillas que no germinan son incapaces de
formar un banco permanente de semillas debido a
que la viabilidad de las mismas decrece
drásticamente después de un año (Troumbis 19911,
García-Fayos & Verdú 1998).
Al contrario que las especies origiadas en clima
Mediterráneo, las semillas de P. lentiscus no son
capaces de germinar tras un incendio ya que mueren
a temperaturas iguales o mayores a 70 ºC
(Salvador & Lloret 1995, Verdú 2000). La estrategia
estrategia
seguida por esta especie tras los incendios
es la de rebrotar vigorosamente a partir de yemas
situadas en la base del tronco y de las reservas
acumuladas en su extenso y ramificado sistema
radicular (Naveh 1974).
Los requerimientos de germinación y establecimiento
de plántulas son tales que el reclutamiento
se podría producir casi anualmente con el régimen
pluviométrico actual. Así pues, mantener la
germinabilidad durante muchos años sólo serviría
para evitar la muerte en los escasos años en
que las condiciones favorables no se dieran. Sin
embargo, además de la baja frecuencia con la que
se producen estos períodos desfavorables (Pérez-
Cueva 1994, Jalut et al. 1997), las semillas remanentes
en el suelo sufrirían tal depredación que
comprometerían su permanencia en el banco de
semillas. Por todo ello, esta estrategia tropical de
germinación rápida tras las lluvias no ha debido
verse penalizada en las condiciones climáticas
mediterráneas actuales."

lunes, 20 de septiembre de 2010

schinus molle

A día de hoy esta abarrotaíto de abejas. Parece ser que aparte de polen le sacan cantidad de propóleo.

En Argentina, aguaribay. Más al norte, anacahuita. Originario de Perú.

martes, 14 de septiembre de 2010

eleagnus pungens

Que no, que no es una leguminosa, pesao.




se recomienda nitrofoskear cada 20 días unos meses para favorecer floración otoñal.

Actualización: 13/XI llena de flores y de abejas. Otra apiofila al saco.