viernes, 25 de mayo de 2012

Lactuca serriola - Lechuga silvestre.

Hojeando un ejemplar atrasado de Quercus me encuentro con un artículo de este hierbajo, con datos muy interesantes. Fusilo descaradamente la parte que se puede consultar gratuitamente en quercus.es:

J. Ramón Gómez ramongomez@herbanova.es
 Aunque nunca destacará por su belleza entre las demás plantas, la lechuga silvestre (Lactuca serriola) ha desarrollado unas apasionantes adaptaciones a los medios más hostiles. Además, la protagonista de este mes es el origen de una conocida hortaliza homónima, fuente de sustancias medicinales, ingrediente de hechizos mágicos y componente de recetas anafrodisiacas, hechos que la convierten en una de las hierbas comunes más interesantes de nuestro entorno. Tan peculiar planta habita, por otra parte, en áreas perturbadas como cunetas, suelos baldíos, vías férreas y riberas secas. De hecho, su alta resistencia a la sequía le permite soportar altos grados de salinidad, por lo que podemos localizarla incluso en las dunas costeras. La lechuga silvestre es nativa de Europa, Asia templada y África. Sin embargo, en la actualidad se ha naturalizado en Norteamérica y algunos países de Suramérica, por lo que en el Nuevo Mundo se ha llegado a catalogar como planta invasora (1). Su nombre científico, al igual que en otras muchas ocasiones, nos da alguna pista sobre sus características. El nombre Lactuca proviene de la palabra latina lactis (leche) y define a un género de plantas con abundante látex, un jugo denso y lechoso; mientras que el específico serriola se refiere, como veremos, a sus hojas aserradas.

En el artículo de la revista añade que para protegerse del sol sus hojas se orientan siempre en dirección N-S y en vertical de modo que no le de el sol de mediodía, pero sí el más fresco del amanecer y el ocaso. Por eso también se le conoce como planta - brújula.

foto de la pág indicada en ella bisba.

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